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Dirección asistida
La conducción va evolucionando progresivamente y hace que la manipulación de autos sea cada vez más sencilla. Hasta hace poco, realizar maniobras básicas como giros, marcha en reversa o estacionar el vehículo, implicaba movimientos minuciosos y la aplicación de fuerza considerable al manipular el volante. Para ello, ha surgido una solución muy eficiente que llegó para quedarse y mejorar nuestras experiencias en carretera; hablamos de la dirección asistida.
Esta tecnología se ha convertido en un elemento fundamental en la industria automotriz, revolucionando la forma en que manejamos nuestros vehículos. Desde su invención, ha brindado a los conductores un mayor control y comodidad al estar al volante, mejorando significativamente la experiencia de conducción.
La dirección asistida es un componente esencial en los autos actuales, llegando a transformar los modos de conducción. Con ella, girar el volante es mucho más fácil y se genera menos fatiga, mejorando la maniobrabilidad y la seguridad en la carretera. A continuación, te explicaremos en detalle qué es este sistema, cómo funciona y por qué se ha convertido en un estándar en la industria automotriz, contribuyendo significativamente a una experiencia de conducción más cómoda y segura.
Es un sistema mecánico diseñado para reducir la resistencia y el esfuerzo que un conductor debe aplicar al girar el volante de un vehículo, especialmente a bajas velocidades o al maniobrar en espacios reducidos.
Este sistema ayuda a controlar la dirección de las ruedas de manera más fácil y eficiente. Es tal su relevancia, que ha llegado a convertirse en una característica estándar en la mayoría de los automóviles modernos, y ha reemplazado en gran medida a la dirección manual tradicional.
En el mundo automotriz, existen dos tipos principales de dirección asistida: la Dirección Asistida Hidráulica (DAH), y la Dirección Asistida Eléctrica (DAE); las cuales explicaremos a continuación.
Este sistema utiliza un fluido hidráulico para ayudar al conductor a girar el volante. Un conjunto de bombas y mangueras que controla la presión del fluido, lo que reduce la resistencia en el volante y hace que la dirección sea más suave.
En este caso, en lugar de utilizar un sistema hidráulico, se emplea un motor eléctrico para proporcionar la asistencia. Este motor se activa mediante sensores que detectan la fuerza aplicada al volante y ajusta la asistencia según sea necesario. Suele ser más eficiente desde el punto de vista del consumo de energía; por ende, es la opción preferida en muchos vehículos modernos.
La dirección asistida funciona mediante el uso de diferentes tecnologías para reducir la cantidad de fuerza que un conductor necesita aplicar al girar el volante y cambiar la dirección del vehículo. Para comprender mejor cómo funciona, debemos conocer las partes fundamentales que la componen según su tipo:
Bomba hidráulica: es accionada por una correa conectada al motor del vehículo. Esta bomba genera presión al bombear fluido hidráulico a través de un circuito.
Cilindro hidráulico: el fluido hidráulico es dirigido hacia un cilindro hidráulico montado en la columna de dirección. Este cilindro está conectado al volante y a las ruedas delanteras.
Válvula de control: el sistema incluye una válvula de control que regula la cantidad de fluido hidráulico que se dirige al cilindro hidráulico. Esta válvula es controlada por un sensor que detecta la fuerza aplicada al volante por el conductor.
Asistencia variable: cuando el conductor gira el volante, el sensor detecta la fuerza necesaria y ajusta la válvula de control. La bomba hidráulica proporciona más o menos presión de fluido hidráulico según sea necesario para reducir la resistencia al giro del volante.
Motor eléctrico: acá se utiliza un motor eléctrico en lugar de una bomba hidráulica. Este motor está conectado al mecanismo de dirección.
Sensores: el sistema cuenta con sensores que monitorean la velocidad del vehículo, la posición del volante y la fuerza aplicada por el conductor.
Control electrónico: los datos recopilados por los sensores se envían a una unidad de control electrónico que determina la cantidad de asistencia necesaria.
Asistencia variable: cuando el conductor gira el volante, la unidad de control eléctrico ajusta la cantidad de asistencia proporcionada por el motor eléctrico. En situaciones de baja velocidad o al maniobrar, se proporciona más asistencia, mientras que a velocidades más altas, se reduce la asistencia para una mayor sensación de control.
Como se puede apreciar, la dirección asistida mejora significativamente la experiencia de conducción, y contribuye a que el desempeño en carretera sea mucho más seguro y sencillo. Por esta razón, hemos equipado algunos de nuestros autos con este sistema, para poner al alcance de los usuarios lo mejor de la industria automotriz. Elegí Subaru y disfrutá del camino como nunca antes.